Tu también formas parte de un todo.

Y soy consciente de que estamos en la cuerda floja, de que estamos al borde del abismo, llamando a la puerta del adiós. Soy consciente de que todo esta a punto de irse a tomar por culo, de que mi mundo será cenizas en apenas segundos, de que nuestras libertades fueron oprimidas hace mucho. Todo se termina, ya no me quedan fuerzas para seguir luchando por una causa perdida. Ni fuerzas, ni siquiera voz para seguir gritando al mundo que nos hundimos, que nos vamos a la mierda, que hemos naufragado, a ver si somo capaces de darnos cuenta de que hemos hundido el puto barco, porque somos así, destructivos. Ya no me quedan medios, la gente está sorda y son ignorantes y sabéis que, no hay mayor ignorante que aquel que no quiere escuchar. Miraros, en qué nos hemos convertido, compradores natos, consumidores compulsivos, el mundo se va a pique y lo más importante son las rebajas de Enero. Nos lo hemos cargado, igual que todo lo que tocamos, hemos hinchado e hinchado e hinchado el globo y le falta un par de años para que explote, si seguimos solplando tal vez ni eso. Mirar, contaminación, polución, violencia, conflictos, guerras, crisis, pobreza, injusticia, desigualdad. ¿Qué futuro más bonito verdad? Si miras esa pobreza de cerca hay niños luchando por ser felices tenienedo menos que nada. Si miras la contaminación y la polución de cerca verás un pájaro alimentando a su cría, luchando por sobrevivir. Si miras de cerca la guerra verás muertes y despedidas, pero tambien verás los reencuentros y los besos mas sinceros, luchando por no volver a separarse jamás. Y somos así, hasta en las situaciones más desoladoras somos capaces de hacer cosas increíbles. Tenemos la capacidad de la ilusión, del amor a la vida, salimos hacia adelante pase lo que pase, lo llevamos dentro. Y ahora hay que juntar las manos, hay que tirar más fuerte que nunca, va a ser duro, no lo niego, pero lo lograremos. Conseguiremos que el adiós cierre la puerta por siempre. Lograremos llegar al otro lado de la cuerda. Conseguiremos estabilizarnos al borde del abismo. Cuando vamos a comprender que se gana más juntando las manos que las armas. Cuando vamos a aprender a mirar al prójimo como a un hermano. Cuando dejaremos de ser tan nosotros para ser un poco más humanos.